martes, 31 de enero de 2012

Y me siento, esperando ver la vida pasar.

No es poder o no poder, no es querer o no querer.
Es algo mucho más complejo, algo tan difícil que pierdo la noción del tiempo al pensar en ello, me tiemblan las manos y el corazón se me dispara, los ojos se me humedecen y me cuesta respirar.
¿Lo has sentido alguna vez? Esa impotencia de no saber qué hacer, ni siquiera qué quieres y qué no. Ese momento de duda permanente que te atormenta y te desgarra el alma.
Deseas callar y que nadie note tu presencia, pero, a la vez, deseas también una atención especial que pocas personas podrían darte, por no decir sólo una.
Es curioso cómo en cuestión de días todos tus planes se desordenan, como movidos por un tornado (o incluso una simple corriente de aire). Es curioso lo radical que es la razón y lo enamoradizo que es el corazón. Una lucha permanente que, si no me equivoco, siempre seguirá vigente.
De todos modos, en este caso, en esta batalla, no ganarán ninguno de los dos. No lucharán. En esta tregua, la razón aceptará los impulsos del corazón, y éste lamentará las verdades que la razón le transmita.

sábado, 21 de enero de 2012

Detalles que enamoran.



Una escapada nunca hacía daño a nadie. Un pequeño descanso y Nym se escaquea, camuflándose entre la gente, tomando aire y observando con curiosidad los escaparates de las tiendas.

Tarareaba, sin esperar a abrir los labios, entonando una melodía que poco tenía de conocida, más que nada porque la inventaba a medida que la suave brisa que corría acariciaba su cabello rubio y lacio.
Ajena a toda aquella gente que, con prisa, recorría las calles, se agacha junto a un felino que acababa de acercársele, su querida Nala, que cuidaba de acompañarla incluso al trabajo. Le dedica una sonrisa, mientras acaricia el lomo del animal, para, después, cogerlo en brazos, y toparse de frente con un muchacho. Parecía tímido, cosa que le parecía adorable, y portaba entre las manos un libro.
"H-Hola" Nym se muerde el labio inferior, intentando no soltar una pequeña risilla, a la vez que se preguntaba qué querría aquel muchacho. "M-Me he topado con un señor que me ha dicho que te dé esto..." Con algo de atropello, estira los brazos, tendiéndole el objeto, con aparentes ganas de soltarlo y salir a toda prisa.
Un ligero rubor cubre las mejillas de la joven, mientras deja caer con cuidado a su compañera al suelo, y toma el libro con sus manos.

-Oh... gracias. ¿Y sabes quién...? -Cuando alzó la vista, el niño ya corría calle abajo.

En el interior de aquella novela titulada "La historia de un rey", había un pequeño colgante, con el nombre de su gata. Ajá, ponía "Nala". Alguien que le conocía se había tomado las molestias de comprarle un collar, que poco parecía tener de barato, para la que consideraba su mejor amiga y compañera.
Con una sonrisa de oreja a oreja, se agacha, dejando a un lado en el suelo el libro, en cuyo interior se narraba una a una las películas del Rey León, aunque Nym no se había dado cuenta, por ahora, para enganchar el colgante al cuello de Nala.

-Mira qué bien... Ahora estás mucho más guapa -La tomó en brazos, y puso rumbo de nuevo a La Casa del Sol Naciente, donde debían de estar esperándole para tomar su puesto de nuevo.


viernes, 20 de enero de 2012

Hablo de esta puta distancia.


Pasarme la vida a tu lado es lo que quiero.
Ir al cine, montar a caballo, desayunar en la cama, tomar un helado, salir de fiesta y bailar toda la noche. Todo junto a ti.
Porque para mí eres mucho, más que mucho.
Eres esa estrellita brillante e incansable que me cuida desde mi propio cielo.
Si no es para acercarte más, no te muevas de donde estás.
Al menos puedo verte, saber que estás ahí, que piensas en mí, aunque no pueda tocarte, besarte y saborearte.

Es un sentimiento que pocos entenderán, y que la mayoría de éstos repudiarán e insultarán, pero, para mí, es lo más bonito que me podrías dar, lo más bonito que he podido sentir hasta el momento.

No hablaré de amor, la palabra se queda grande.
Pero es pensar en ti y alejarme del mundo. Es hablar contigo y sentirme bien al instante. Cuento las horas que faltan para verte conectado. Y no dejo de anhelar un futuro contigo, siendo yo tuya y tú mío.

¿Es algo tan malo? Yo soy feliz así...
Y si tengo que chocar o caerme a causa del dolor o las desilusiones no me importa, porque habrá sido bonito mientras haya durado.

Eres mi más preciado tesoro, ¿recuerdas?
Mi pequeñín, mi lobito, mi gordi...
Mi mimoso, mi posesivo, mi chiquitín, mío mío mío.

...Te quiero, y no hay más.
Qué le vamos a hacer...


Me recuerda a ti, mi amor. ♥

jueves, 19 de enero de 2012

Fuck it, I'm young.


Me he planteado probar el tabaco, o los porros, pero decepcionaría a algunas personas... Aunque, tal vez, ese sea mi problema: me preocupo demasiado por el qué dirán. Pero es que lo tengo más que decidido, el chocolate no me llena; quiero un puto cigarro.

Quiero equivocarme y hacer gilipolleces, porque soy joven, porque soy inmadura, pero, sobretodo, porque no quiero crecer.
Quiero emborracharme, que me dé un chungo, tatuarme el trasero, agujerearme la cara, huir sola a otro país... Quiero vivir, coño, vivir.

Encerrarnos y hacer el amor hasta desfallecer.
Coger el primer avión que me lleve a ti, sin importar nada, sólo el hecho de verte, de poseerte, que me hagas tuya...

Porque mi vida no es vida, es rutina, y no lo soporto.

Te adoro.


La chica se acercó con sigilo a él, colocándose a sus espaldas. Se puso de puntillas, procurando no denotar su presencia, y, con un pequeño impulso, tapó los ojos del moreno con sus manos.

-¿¡Quién soy!? -Exclamó, divertida, y riendo después entredientes.

Él sonrió. Su respuesta fue sencilla...

-La niña más bonita del mundo, ¿quizás?

Un ligero rubor cubrió las mejillas de la joven, mientras deslizaba sus brazos hasta la cintura de él, y le estrechaba con todas sus fuerzas.

-No me digas esas cosas, bobo...

La experiencia nos habla.




Hay un caso claro, muy cercano a mí, de rechazo hacia la verdad.


Todos nos quejamos de que, "¡oh!, nunca me dices las cosas a la cara", pero, en cuanto la verdad sale a la luz, y cuando digo la verdad, me refiero a TODA la verdad, nos echamos para atrás. Nos enfadamos, e incluso dejamos de hablar a la persona que ha hecho el esfuerzo de abrirnos los ojos.

Es cierto: todos deseamos saber la verdad. Pero saberla TODA no beneficia a nadie. No pidas que te abran los ojos, ya que la cagarás. Está comprobado que vivir en la mentira, parcial, nunca total, es lo mejor.

Despreocuparse de lo banal, y sonreír ante lo verdaderamente difícil. No sé si ese será el secreto de la felicidad, pero, parece ser que, no es una mala idea.


Five, four, three, two, one... Kiss me.


Quiero besarteabrazarte y hacerte mío.

Quiero pasear, cogidos de la mano; que enrolles tu bufanda alrededor de mi cuello, y pases el brazo por encima de mis hombros.
Quiero que me montes en tu coche, y me lleves a donde nadie nos pueda encontrar.

Quiero irme a vivir contigo, que me hagas rabiar, que me enfurruñe, y que luego me hagas callar con un beso.
Quiero acurrucarme a tu lado en el sofá, bajo la manta, en las noches de invierno.

Quiero sentir tus dedos, tu nariz, tus labios recorrer mi cuerpo, y sentir un escalofrío placentero.
Quiero que me rodees con tus brazos, y me estreches contra tu pecho.
Quiero que te quejes cada vez que te muerda, cada vez que me ponga ñoña; porque es que... te quiero tanto...


Quiero salir de fiesta contigo; que te quedes parado, mirándome bailar, y te acerques a mí, posesivo como tú eres, cuando se me peguen demasiado.
Quiero salir a cenar, a donde sea, con tal de estar a solas contigo.
Quiero ir al cine, a ver una película de miedo, para cogerte de la mano, acurrucarme a tu lado, y que me protejas ante el mal inexistente.
Quiero que vayamos a la playa, y que te me quedes mirando, embobado, cuando me veas en bikini por primera vez, y que me prohíbas hacer topless, murmurando que soy sólo tuya.

Quiero ir de viaje, a París, a Roma, a Venecia, a Egipto, a Escocia, a dónde sea, pero contigo.

Quiero que seas la otra cara de mi moneda, mi media naranja, mi otra mitadmío solamente.

En fin... quiero que me quieras, tanto como yo te quiero a tí.

Quédate conmigo esta noche. Eres lo que busco.



Alguien que, cuando me ponga borracha, me lleve a casa en brazos. Que me rompa las medias con los dientes, y luego me compre otras. Que me haga el amor contra la pared y se meta conmigo en la bañera. Alguien que cosa disfraces a mis días malos y los convierta en buenos. Que no se enfade si no me entiende, si no me entiendo y lo mareo. Que me saque la lengua cuando me ponga tonta y me haga enmudecer. Que no dé por hecho que siempre voy a estar ahí, pero que tampoco lo dude… Que no me haga sufrir porque sí, pero que no me venda amor eterno manoseado.

Alguien que no pueda caminar conmigo por la calle sin cogerme de la mano.
Que tenga mil detalles de papel.

Alguien con el que me pase las horas charlando sin llegar al aburrimiento. Que no le guste verme llorar y me haga reír hasta cuando no tenga ganas. Que de vez en cuando decida perseguirme en los bares y conocerme de nuevo... Que me mire, lo mire, y me tiemblen las piernas sin remedio.

Alguien que esté loco por mi y me haga saberlo sin hacer las cosas demasiado fáciles.

Alguien que me eche de menos antes de haberme ido. Que me mate a besos por la mañana, pero que aún así me haga rabiar y tenga un puntillo vacilón. Que no se acostumbre a mí y no deje de inventar nombres nuevos para despertarme. Que, si mira a otra, luego me guiñe un ojo, y se ría de mis celos de hojalata.

Pero, sobretodo, alguien que no tenga que perderme para darse cuenta de que me ha encontrado.